Por ahora, la inteligencia artificial no nos resuelve la vida. Ni mucho menos. Nos acordamos de una imagen, de una historia, de un protagonista y no siempre recordamos el título de una novela o de una película. Sí, lo tenemos en la punta de la lengua, pero ahí queda. Y la AI no llega mucho más lejos en esta interpretación tan subjetiva de nuestro recuerdo recortado.

Hace unos años me pasó algo increíble. Estoy hablando de 2006. Estaba buscando una imagen de una serie. Sólo recordaba que era CSI pero no sabía cuál de las tres (Miami, New York o Las Vegas) y mucho menos qué temporada. Solo quedaba en mi cabeza esa imagen de una autopsia de una persona que parecía flotar.

Escribí exactamente eso en varios sitios de Internet que tienen foros. En ese entonces, lo más común eran estos espacios en donde encontrabas millones de nerds que parecían no hacer otra cosa que estar ahí esperando tu consulta. Y no pasaron 10 minutos que alguien me respondió con la temporada, el capítulo y los minutos en los que encontraría la imagen. Parecía magia. Pero no fue magia. Era gente que estaba allí sin necesariamente una metodología, sino con ganas de investigar, buscar, colaborar, encontrar, etc..

Tuve un segundo suceso de este tipo muy particular. Cuando era chiquita, había visto una película que de lo único que me acordaba eran dos imágenes: la primera, un pájaro azul. La segunda: un señor que se suponía que era Dios que iba recibiendo a los nuevos bebés, indicándoles cuál sería su futuro: «éste va a ser médico, éste…». De grande, me volví loca buscando esa peli porque no recordaba el nombre. Hice igual. Escribí esta descripción en el foro de IMDB (Internet Movie Database) y sucedió lo mismo. Enseguida me respondieron con el nombre de la película.

Estos sucesos que me parecieron mágicos fueron hace 10 años atrás en un contexto en que los que respondían ni siquiera eran bibliotecarios sino simples mortales de foros varios. Hoy, lo que les voy a contar sigue pareciendo magia, pero no lo es y entendemos mejor la diferencia entre las capacidades de Google, de la inteligencia artificial y del ser humano. Allá vamos.

Esto de recordar cosas sueltas me pasa más que nada con las películas. Pero lo resuelvo casi inmediatamente, como les dije, con IMDB. Pero me sucede, muy en especial, con un libro. No sé por qué pero, una vez al año, le mando un mensaje a mi hermana diciéndole: «Nori, ¿cómo se llamaba ese libro que nos encanta que es algo como el significado de las palabras?». Debe ser de mimosa, porque es siempre el mismo libro que, a esta altura, me lo podría tatuar o mínimamente escribirlo en una agendita para recordarlo el año entrante. Pero podría también acudir a las estrategias de las que hablaremos a continuación:

Los bibliotecarios de New York se reunieron para una especie de ejercicio. Yo creo que más como un juego o una situación de gran placer. Para mí no es trabajo alguno buscar y encontrar, es puro placer. Pero veamos qué les paso a ellos.
Veinte bibliotecarios de toda la ciudad se reunieron en la Nueva York Public Library, entre el mediodía y las dos de la tarde para resolver los enigmas dejados por los visitantes. Iban a la búsqueda de una respuesta concreta en este caso: “una novela en la que el héroe es una joven que adopta un dragón y la portada es azul”.

Se reunieron en el laboratorio de computación de las oficinas de la biblioteca. Otros miembros del equipo participaron remotamente. Ellos, una pizarra blanca, marcadores de colores, una fila de pantallas de ordenador y una campanita para hacer sonar apenas encontraran alguna respuesta. Cada vez que sonaba, significaba que un nuevo libro había encontrado su título. Así fue como, al sonar la campana, se supo que una librería remota acababa de reconocer la trama de la novela de 2017, Behold the Dreamers de Imbolo Mbue.

Gracias a sus memorias de elefante, a su profundo conocimiento de los paisajes literarios y a la ayuda de algunas herramientas modernas como los motores de búsqueda y las bases de datos interbibliotecarias, como NovelList, encontraron cerca de 50 títulos en dos horas. Reitero lo de memoria de elefante, más que nada, porque es lo que hará la diferencia con la Inteligencia artificial.

Antes de Wikipedia y Google, los bibliotecarios eran los únicos que lograban este tipo de entrecruzamientos entre vago recuerdo e información completa. Hoy ya no son los únicos pero, a mi criterio, siguen siendo los mejores.

Para ayudar a la mayor cantidad de lectores, hace unos años, los bibliotecarios de la NYPL escribieron un artículo que enumera los diversos métodos para encontrar un libro cuyo título no se recuerda. Lo más interesante es que la sección de comentarios de esta publicación, que se actualiza con frecuencia, continúa creciendo con las nuevas consultas de los lectores angustiados.

Cuando se cataloga para una biblioteca por ejemplo, se hace por autor y título, no por tema o línea argumental, lo que dificulta la identificación de los libros por su historia. Hoy, resulta imposible no agregar etiquetas y categorías, pero no se hace en su mayoría.

Traducimos algunos tips para encontrar los libros amados pero olvidados (en algunos aspectos):

– Primero, anote todo lo que puede recordar sobre el libro, la trama, los nombres de los personajes, el período de tiempo en que se publicó el libro, el género, etc. Todos estos detalles son pistas para identificar el título y el autor del libro.
Pruebe Google! Escriba todo lo que pueda recordar sobre el libro – como en, «libro ilustrado rabino animales consejo yiddish»  y desplácese a través de los resultados. (Ese es un ejemplo de la vida real de un libro que un cliente estaba pidiendo: It Could Always Be Worse por Margot Zemach.).
-También puede intentar buscar en Google un detalle clave que recuerde de un libro. Uno de nuestros bibliotecarios resolvió el misterio de un libro buscando «USS You-Know-Who» – el nombre de un barco en la historia que el lector recordaba por casualidad. (Otro ejemplo de la vida real: She Flew No Flags de Joan Manley.).

Crowdsourcing. Semejante proceso al que les contaba con las respuestas de cine en IMDB. Todos para uno, uno para todos.
What’s the Name of That Book?: Un grupo de Goodreads con publicaciones de discusión y miles de preguntas y respuestas. Si puede recordar sólo una palabra, utilice la función de búsqueda en Goodreads o en Library Thing para encontrar listas de títulos con una palabra en particular. Las listas de Goodreads de títulos que los lectores han archivado en categorías únicas, como las profesiones de autores o décadas de publicación, también son útiles.
Name That Book: Un grupo en el que muchos de sus integrantes son bibliotecarios o adyacentes a la biblioteca – que ayudan a resolver los misterios de los libros a través de discusiones.
Reddit’s whatsthatbook thread: Miles de usuarios tratando de ayudar a otros usuarios a recordar títulos de libros, incluyendo varios libros solicitados con frecuencia. Especialmente bueno para la ciencia ficción y la fantasía.
«Stump the Bookseller» blog: Una librería independiente en Ohio que mantiene archivos en los que se pueden hacer búsquedas. Hay muchos libros para niños aquí.

Esto se relaciona también con lo que alguna vez hablamos de los servicios de referencia. En este caso, son solo libros medio olvidados, pero podrían incluirse en las millones de consultas que llegan a este tipo de servicios. Repito lo ya contado: en el 2004 trabajé como referencista en la Biblioteca Pública de información (BPI) del Centre Georges Pompidou. Ciertos días de la semana, debíamos hacer eso: responder cualquier tipo de consulta que cualquier usuario pudiera hacer por mail, chat o teléfono. El servicio llamado, en ese entonces, era el RADIS (Hoy, BiblioSésame). La realidad es que, a veces, las preguntas eran de lo más insólitas, inesperadas y muy específicas: “quisiera saber si hay alguna estadística del uso de máquinas de coser Singer entre el año 1984 y 1986…”. (…). Pueden ver algunos ejemplos en mi tesis.

Igual sucede en otros países del mundo, por supuesto. Es a través del portal Ask NYPL, un servicio telefónico y de mensajes de texto con décadas de antigüedad de la Biblioteca Pública de Nueva York, que el personal recibe peticiones de todo tipo, desde preguntas sobre la vida sexual del Papa hasta qué significa soñar con ser perseguido por elefantes.

Última perlita: Big Book Search: Search by cover! permite buscar por las tapas de libros, de CDs, DVDs y comics. Escribís un término, por ejemplo “pajaritos” y alguna otra palabra que podría ser del tipo: “infantil” y te aparecen las tapas relacionadas con esos términos de búsqueda. A veces se pueden poner más términos, por ejemplo: «cartas» y «marinero». No siempre muy útil porque la verdad es que los diseños de las cubiertas cambian con el tiempo y las ediciones también. Pero bue. Juguemos un poco que no le hace mal a nadie.

No soy bibliotecaria, siempre lo digo, pero tengo alma de… Manden que acá estoy. Me encanta buscar. No sé si lo encontraré, pero me darán placer por varias horas. No se asusten. En general, encuentro.