Esta semana, un diario argentino publicó una historieta de muy mal gusto (2011). No diré ni el nombre del diario ni la del autor porque sería darle una promoción gratis que, de ningún modo, obtendrá de mí. Pero me permite dar mi opinión. Y lo hago publicando en mi propio blog un artículo que escribí en el 2009, para el portal educativo argentino Educ.ar. Evidentemente enseñar cómo se narra el horror y distinguir entre el humor y el mal gusto debería ser implementado como materia para los niños y, queda demostrado, como materia para más de un adulto.
Educación, arte, TIC y memoria
El disparador: la historieta Maus de Art Spiegelman; el objetivo: el Holocausto, la Segunda Guerra Mundial, la memoria y los derechos. ¿Cómo se hace para narrar el horror? ¿Cómo se enseña sobre sucesos históricos que nos dan vergüenza?
Maus es un cómic, una historieta, creada por Art Spiegelman. En ella se narra la historia (en cuadritos) de un sobreviviente de los campos de concentración –Vladek–, que es el padre de Art. Las palabras, la narración oral que hace el padre a su hijo fueron transformándose en dibujos, tal vez el único modo en que Art pudo plasmar el horror del relato. Son dos fascículos. El modo mismo de construcción es ya interesante; en ambos participan Art y su padre, en ambos se entremezclan el pasado de la narración y el presente.
Es evidente el valor artístico de esta obra, más allá de su importancia como documento histórico. Encontramos también una estrategia literaria: el concepto de caja china, el cómic dentro del cómic, un modo de resolver la identificación con máscaras de animales o de personajes que son plasmados directamente como ellos: los judíos son los ratones, los gatos son los nazis, los chanchos son los polacos y veremos, en un momento, que esta creación es todo un conflicto a resolver por parte de su creador. No es algo superficial, es su modo metafórico, su adjetivación, su construcción del personaje (suceso en el que Art debe poner una máscara, identificar a su propia esposa con un animal y no sabe bien cuál elegir). Y agregó en su momento lo que dice el afiche:
Uno de los objetivos que figuran en el programa 3 por 1 “Leer para crecer» (Bibliotecas personales) se relaciona con ubicar tanto al libro como objeto como a la lectura en una posición central. (…) se ha entregado a cada alumno/a de las escuelas de gestión pública dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires un libro que será de su propiedad.” ¡Y Maus figura entre ellos! (2012).
Maus bien podría ser un modo diferente, visual y complementario para adentrarse en el gran tema: el Holocausto.
Pero ¿por qué enseñar sobre el Holocausto? Porque como docentes nos permite señalar y reflexionar con nuestros alumnos sobre conceptos morales, conductas humanas, derechos, responsabilidades, conceptos tales como discriminación, prejuicios, racismo, tolerancia, genocidio, etc. De hecho, es un tema curricular que se enseña en Historia (en diferentes años), en Formación Ética y Ciudadana, en el marco del trabajo sobre derechos humanos, y hasta en Literatura.
Derechos, valores, responsabilidad. Temas de reflexión atemporales
Los temas se repiten y sin embargo, cada contexto debe ser estudiado en sí mismo. ¿No les suena “obediencia debida”? Pues bien, acá también podemos hablar de ella: Adolf Eichmann fue juzgado por los crímenes contra la humanidad cometidos durante el régimen nazi. Cuando se le preguntaba por su comportamiento, él respondía: “Cumplía órdenes”. Igual Rudolph Hess, que se presentaba como un nacionalista al servicio de su país, que no tenía nada en contra de los judíos pero que como prioridad tenía “la obediencia a la autoridad”. Recordarlo para el próximo capítulo…
Ideas para profundizar sobre el Holocausto
Una primera etapa sería listar palabras que se escucharán, leerán y sentirán a través de toda la unidad y que podrán ser analizadas profundamente, un corpus para crear relaciones, reflexionar sobre los opuestos: Holocausto, democracia, resistencia, partisanos, activistas, colaboradores, obediencia debida, deportaciones, guetos, progroms.
Una segunda etapa: investigar sobre los mismos conceptos 50 años después: testimonios, juicios, libros, relatos, etcétera.
Contexto histórico e imágenes
Estudiar el contexto es comparar, situar y no dejar en una nube. Pero más que nada es saber cuál era el caldo de cultivo, la situación sociopolítica para que algo así pudiera suceder. Recordemos el comentario en la película La ola (Die Welle) que se está dando ahora en los cines).
El profesor pregunta: “Estábamos hablando de qué estructuras sociales favorecen el surgimiento de una dictadura. (…)”. Los alumnos comienzan responer: “Alto nivel de desempleo e injusticia social. (…). La inflación (…). Decepción política. (…)”. Esta película bien podría ayudarnos con el contexto y la posibilidad de un retorno. De hecho, al finalizar la Primera Guerra Mundial, Alemania está sumida en una profunda crisis económica.
En este sitio se habla de la Segunda Guerra Mundial. Lo que proponen es una mirada multimedia de algunos años. Han puesto a disposición lo que ellos mismos han dado en llamar “Lecciones de historia” hechas cine (o al revés). En el mismo apartado, podemos ver imágenes artísticas (la guerra y el arte) a las que antecede la siguiente frase: “Crear para olvidar”.
En este sitio podemos hacer visitas virtuales a lugares emblemáticos tales como: Auschwitz, Birkenau, Dachau, Terezín, Treblinka (campos, guetos, etc.), entre otros.
Enciclopedias
En este sitio, encontraremos una muy interesante.
Disparadores y preguntas
En esta página encontraremos gran cantidad de preguntas que pueden guiarnos en la clase, o al menos servir como disparadores. Veamos algunas:
¿Quiénes fueron las otras víctimas del nazismo? ¿Qué fue la “Kristallnacht”? ¿Por qué no pudieron marcharse más judíos de Europa antes del comienzo de la guerra? ¿A qué países emigraron los judíos del Reich antes del estallido de la guerra? ¿En qué condiciones se vivía en los guetos? ¿Quién construyó las cámaras de gas? ¿Qué eran los campos de concentración? ¿Qué eran los campos de exterminio? ¿Cuándo se enteró el mundo de lo ocurrido en el Holocausto? ¿Cómo llegó la información al mundo libre?; ¿Qué eran los Consejos de Judíos (Judenräte)?; ¿Quiénes son los “Justos de las Naciones”?
Propuestas de actividades para desarrollar en clase
Los niños y los jóvenes en el gueto de Theresienstadt. Así es presentada la actividad: “En esta clase estudiaremos acerca del marco alternativo de la célula familiar: los hogares y casas para niños que se levantaron en el gueto de Theresienstadt, y cuyo objetivo era establecer una barrera de separación con la dura realidad del gueto y brindarles a los niños una niñez todo lo normal que fuese posible, una estructura educativa, juegos, amigos. Este marco ocupó un papel importante en la formación de los niños, los fortaleció y alentó durante esos días aciagos.”
Recursos multimedia
Testimonios en español o con subtítulos en español de los sobrevivientes: de ellos no solo tendremos sus voces sino las consecuencias de ese pasado, su dolor, su memoria y su imposibilidad, en algunos casos, de adecuarse a su nueva vida.
También encontramos en los recursos multimedia una explicación del Álbum de Auschwitz, cortos para ver, fotos y documentales.
Acá encontraremos una vasta colección de los mapas de la época, la distribución de las poblaciones y las fronteras que fueron cambiando, sistema ferroviario, campos, guetos, evacuaciones, etc.: podemos trabajar con ellos desde la historia a la geografía
Otra figura importante que puede llevarnos de la gran historia a la pequeña historia personal (o viceversa) es Ana Frank. ¿Quién es Ana Frank? ¿Qué es el Diario de Ana Frank? En Amsterdam, en la II Guerra Mundial, una adolescente y su familia estuvieron escondidos durante dos años: desde 1942 a 1944, hasta que alguien los denunció (¿otro tema a tratar desde Formación Ética?). Solo sobrevivieron Otto, su padre, y su diario.
Desde la web oficial de Ana Frank también nos recomiendan la utilización del cómic para desarrollar tareas educativas sobre la persecución de los pueblos.
Ana Frank y las nuevas tecnologías
Esta es una entrevista muy interesante porque habla una amiga de Ana, y logramos, a través de ella, enterarnos cosas tan específicas o privadas como a qué jugaban de niñas.
Su web ofrece también la posibilidad de ser una escuela “Ana Frank”: si le interesa saber qué quiere decir esto, o qué hacen, clikee acá. Aquí encontrarás la Guía web de Ana Frank y la Segunda Guerra Mundial.
Capitulo exhaustivo. Arte y Holocausto ¿Cómo se narra el horror?
Para responder a esta pregunta, sugerimos varias partidas. Ellas nos darán un trabajo multidisciplinario que tendrá que ver no solo con el arte sino con la ética, la historia, etcétera.
Por ejemplo: ¿qué pasa si pensamos en el marco teórico primero? Un estudio de géneros y subgéneros nos vendría muy bien como introducción. ¿Todos los géneros y subgéneros son capaces de resistir a la plasmación del horror? Seamos más precisos: ¿la comedia puede narrar un hecho trágico?
Desde Aristóteles existe una preceptiva autoritaria acerca de los géneros, según la cual existe una moralidad de lo trágico y de lo cómico que sirve como límite temático. ¿Benigni no es ético por tratar al Holocausto desde la comedia? Mucho se ha hablado de la película La vida es bella.
Desde la educación, entonces, la propuesta sería la siguiente: reflexionar sobre temas tales como: ¿Cómo se narra el horror?. ¿Hay un género específico para contarlo? ¿La comedia puede narrar la angustia? ¿Qué relación guarda la ética con el arte? ¿No son el recuerdo, la memoria y el perdón los únicos conceptos éticos para juzgar?
¿Y qué podemos decir de las escuelas literarias? ¿Realismo, literatura fantástica? ¿Cuál de ellas tiene “derecho a contar”? ¿O lo tienen todas? ¿Verosimilitud? Los autores del fantástico en los años precedentes a la Segunda Guerra Mundial escribieron en un singular clima de contradicción. Adversarios por su género –en tanto sospechosos de escribir una literatura no comprometida, o de evasión– del fascismo triunfante, se veían al mismo tiempo favorecidos en cuanto a su carácter autóctono, como contraposición ideológica a las modas culturales del Realismo.
En este momento la asignatura Filosofía no nos vendría nada mal: pensar en un análisis filosófico sobre la posibilidad de incluir un género u otro, una escuela u otra, a partir de los conceptos de eticidad o de compromiso político.
Desde la imagen: los relatos en blanco y negro (La lista de Schindler). Desde la palabra, los usos de ciertos tiempos verbales para contar. Las lenguas, etc. Desde la escritura, la elección de una lengua materna o una lengua aprendida para escribir…
Arte, historia y economía
¿Es lo mismo pintar un cuadro en época fascista que venderlo, o lo esconderlo? ¿Y vender cuadros enriqueciendo al régimen? Podemos ayudarnos con la película Monsieur Klein (Alain Delon. París, 1942). Robert Klein lleva una existencia feliz durante la ocupación nazi: tiene un hermoso departamento, un negocio floreciente de venta de antigüedades y cuadros, que no sabemos bien si le pertenecen… Los problemas surgen para él cuando descubre que existe otro señor Klein, de origen judío).
En este apartado tenemos las dos caras de la moneda y varios temas interesantes: el arte como expresión del dolor, el arte como escape, el arte como moneda, la apropiación de las obras de arte, arte como resistencia, arte como documentación, arte como salvoconducto, la propaganda, la censura, símbolos, etcétera.
Las fotos de la otra cara de la moneda: Aushwitz a través de la lente de las SS: fotos de los líderes nazis en el campo.
La memoria: eje transversal
Tal vez el tema más importante, globalizante, universal y atemporal…
¿Es mejor recordar o es mejor olvidar? ¿Hay un tiempo entre el suceso y el relato indispensable para contar? ¿Quiénes tienen el derecho de ser portavoces de la narración: los historiadores, los supervivientes, el artista, el ser humano? ¿Qué son la memoria, la emoción retrospectiva, la amnesia deliberada, el recuerdo, el olvido, el perdón, la culpa, la catarsis? ¿Cuál es el lugar de la objetividad en el caso de estos relatos gráficos o visuales?
“La experiencia del dolor también está conformada por fuerzas culturales, la religión y la clase social. Ciertos estados psicológicos y emocionales como la culpa, el miedo, la ira, la pena y la depresión, lo refuerzan y a veces lo crean. Mientras que el historiador o artista no cuentan con la vivencia del hecho, sino con la referencia”, dice Davis Morris en su libro La cultura del dolor.
El tema de la memoria bien puede tratarse con la película que se estrenó esta semana: Plus tard tu comprendras: Paris, 1987.
Mientras el empresario francés Víctor Bastien une fotografías con cartas y recuerdos, los documentos que descubre –incluyendo una declaración escrita por su padre, donde dice ser ario– hablan del destino que les deparó a sus padres durante la guerra. Para su frustración, su madre Rivka (Jeanne Moreau) ha clausurado esa parte de su pasado y se niega a compartir recuerdos con él. Rivka finalmente decide confiarle su pasado a sus nietos, que son los únicos que tienen la posibilidad de modificar el futuro.
Otra actividad posible sería rastrear las respuestas a estos interrogantes. Por ejemplo, dice el escritor Carlos Chernov: “Frente al horror nos quedamos sin palabras. Justamente por eso escribimos, angustiados nos esforzamos por recuperar el sentido, la escritura es lenguaje cargado de sentido al máximo”.
Entonces, contamos callamos, olvidamos, recordamos, gritamos…¿qué es capaz de hacer un hombre para paliar el dolor?
Los juicios de Nuremberg, ¿un final o el principio?
¿Existe la justicia? ¿Cuál es el límite entre derechos de guerra y crimen? ¿Se pueden juzgar actos racistas? Entre el 20 de noviembre y el 1 de octubre de 1946 se llevó a cabo, en la ciudad de Nuremberg, el famoso juicio contra los principales culpables de crímenes de guerra. No muchos fueron finalmente juzgados. Algunos lograron escapar (literal y metafóricamente): Himmler, Goebbels y Hitler se habían suicidado para evitar ser juzgados; solo Goering y Hess (que se presentó como “loco”) fueron juzgado en Nuremberg.
Evidentemente sobran personajes, historias y entradas para enseñar el Holocausto. Sobran los géneros y subgéneros, sobran las plataformas visuales y sobran las asignaturas. Esta es una simple guía para saber que ningún modo o método queda excluido para aprender, enseñar y reflexionar. Con humor escribimos y con humor leemos. Con el cine explicamos y con el cine entendemos. Con el cómic nos expresamos y con el cómic lloramos. La historia no varía, varía nuestro modo de entenderla y transmitirla.
Links
Material para los estudiantes y docentes (en inglés)
Bibliografía sobre el tema en español (incluye películas y recursos)
Listado de posibles áreas temáticas de estudio
Pautas para la enseñanza del Holocausto
Mucho más sobre la historieta y Maus
Un directorio exhaustivo de links en inglés, francés, alemán y polaco sobre educación y Holocausto
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