Hace un tiempito, han decidido en la Bpi, organizar mini exposiciones que guarden relación con los libros que ellos poseen en su catálogo. Una manera de exponer y de dar a conocer obras difíciles de encontrar de casualidad, si uno no estuviera investigando sobre el tema. Marketing bibliotecario a la orden.

A las grandes bibliotecas, uno va a buscar algo específico. Ya sea un libro o un tema pero es raro que se ponga a «encontrar» por casualidad. Sería como leerse todo un diccionario para ver si uno encuentra una palabra que «suene lindo». Por eso, a la Bpi se le ocurrió, de tanto en tanto, hacer mini exposiciones dentro de los espacios de lecturas. Una especie de «destacados» en carne y hueso.

Como este año es, definitivamente mi año, me toca una mini expo particularmente interesante: « Éditeurs, Les lois du métier » (algo así como Editores, las leyes de la profesión).

Una exposición que exhibe el mundo de la edición francesa desde la postguerra hasta el período contemporáneo. Desde 1945, las editoriales francesas se encontraron implicadas en numerosos procesos que persistían como obstáculos para la libre circulación de los libros como «vectores de ideas y de representaciones estéticas.»

Ciertos libros «ponían en duda» las normas sociales en materia de violencia, de sexualidad, de expresión política o de poder económico.

A través de los procesos, los affaires y las limitaciones de difusión de los libros, la exposición releva todas las ocasiones en las cuales los editores han sido confrontados al orden moral, político, religioso y económico y las estrategias a las cuales recurrieron para seguir con su actividad. En la historia del libro, la libertad de creación ha dependido ampliamente de los editores.

En forma paralela, desarrollan actividades que acompañan la muestra: coloquios en los que se debaten, por ejemplo, cuestiones tales como el lugar que ocupan las leyes en el mundo editorial o el papel de la censura o las limitaciones que pueden encontrar la circulación de las ideas y de las obras del espíritu. Les dejo el programa. Y varias entradas diversas que guardan relación con la muestra como la exposición en línea (maravillosa ella) que recupera casi la totalidad de los objetos expuestos y que propone, de esta manera, a cada uno, de explorar a su ritmo y en detalle los numerosos documentos originales. Esta permite también ver o rever las entrevistas de los especialistas (Bernard Joubert, Agnès Tricoire), o un super dossier sobre la cuestión de la censura en la edición francesa «Crimes et délivres».

Cerca de cuatrocientos documentos, archivos jurídicos, archivos de editores o de autores, ediciones originales de libros, artículos de prensa, fotografías, documentos audiovisuales ilustran la muestra. Los fondos mobilizados son los de Los archivos nacionales, del Instituto Memorias de la edición contemporánea (Imec), así como de las colecciones particulares. Ciertas piezas, particularmente los archivos del Ministerio de la Justicia, nunca habían sido mostradas públicamente hasta hoy.

Y una vez más, yo fui testigo.