Hace dos años, escribí una nota para Educ.ar sobre la web profunda. La retomo para focalizar en las bibliotecas. La web profunda, más conocida como deep web o invisible, es el grupo de sitios web que no están indexados por los buscadores que habitualmente se usan: google, bing, yahoo.

Esto significa que cuando uno busca con un buscador, los resultados que se nos aparecen son aquellos que los buscadores ya han indexado. Hay otra información que la gente ha puesto en Internet y que, sin embargo, como no ha sido indexada (analizada, clasificada) por los buscadores, por lo tanto, no se encuentra.

Algunos formatos de documento web directamente no son indexables. Los sitios que incluyen multimedia o animaciones Flash tampoco están indexados, como tampoco lo está la información a la que se accede a través de formularios, encuestas, entre otras.

No se puede entrar en la web profunda con ninguno de los navegadores habituales porque las páginas están cifradas. Las direcciones o Urls son diferentes a las que estamos acostumbrados y que terminan con «.htm» o «.html». Las direcciones de las páginas de la deep web terminan con la extensión «.onion».

¿Qué tipo de información es la que se encuentra en la web profunda?
Documentos, imágenes, videos, bases de datos privadas y de organizaciones gubernamentales a las que solo se puede acceder con passwords previamente acordados, páginas prohibidas a los robots de los buscadores tradicionales que se encargan de indexar, intranets de universidades, etc.

El número que describe la relación entre lo indexado y lo no indexado es el de un 20% y un 80%. Lo más llamativa es que ese 80% es la información que se desconoce, que no se ve, es el porcentaje de la deep web. Lo más común es utilizar la imagen del mar para explicar este porcentaje. Lo que está en la superficie del mar es accesible a los conocidos buscadores: sitios con enlaces, páginas estáticas. En las profundidades del mar, se alojan las bases de datos y todo lo que ya hemos nombrado.

¿Cómo acceder, entonces, a ese 80% de la información sumergida?
Con Tor, accedemos a la información y, al mismo tiempo, ocultamos toda nuestra actividad en la red. Tor es un software, una especie de red de túneles virtuales, que protege las comunicaciones del que lo utiliza. Fue, en su inicio, y como varios otros productos, diseñado por instituciones gubernamentales norteamericanas para proteger comunicaciones propias. En este caso, por el Laboratorio Naval de Investigación de los Estados Unidos.

¿Quién usa las redes Tor, y para qué?
Las redes Tor son utilizadas para quien, por alguna razón u otra, necesita cierta seguridad en sus comunicaciones. Tal es el caso de algunos periodistas, servicios de inteligencia, o simplemente empresas o instituciones que mantienen información no accesible a todo público.

¿Dónde encuentro enlaces .onion?
Se habla mucho de Tor y de cómo acceder a la información que permanece tan secreta. Pues bien, la manera más sencilla es a través de The Hidden Wiki, una wiki en formato directorio que, como muchas direcciones de esta deep web, cambia su ruta. Pero si vamos a Google, la encontramos fácilmente.

Resumiendo: La Deep Web es todo el contenido de la World Wide Web que no forma parte de la Surface Web, es decir, no forma parte de los sitios que pueden ser indexados por los buscadores y a los que cualquier usuario puede tener acceso desde un navegador corriente. Es toda la información, en todos los formatos posibles a los que, además del tema de los buscadores, no se puede acceder ya sea por estar cifrada o por estar inscripta en base de datos o formularios, o porque necesitan una contraseña, etc.

La web profunda no resultaba muy interesante, por el momento, para el ámbito educativo y/o cultural. Sin embargo, pareciera que podremos usufructuar de ella sumando a nuestro caudal de información cotidiana, una serie de sitios más que interesantes como es el caso de las revistas científicas, los catálogos de universidades, entre otros materiales. Veamos qué está pasando con las bibliotecas que sí están queriendo ser parte de esta ruta oculta.

En 2015, la gente del Library Freedom Project comenzó a dar capacitaciones sobre «privacidad» en bibliotecas de Estados Unidos y en algunas a nivel internacional. Asimismo, realizaron la primera conferencia sobre Derechos digitales en bibliotecas. Junto al Proyecto Tor decidieron emprender esto de ir a por las bibliotecas y poner unos aparatitos: los relé (RAE. 1. m. Electr. Aparato que, mediante el empleo de una corriente auxiliar, permite la regulación y dirección de la corriente principal de un circuito). Proclamando lo siguiente: “las bibliotecas son nuestros espacios públicos más democráticos, protegen nuestra libertad intelectual, privacidad y acceso sin restricciones a la información, y Tor Project crea un software que permite que todas las personas tengan estos derechos en Internet. (…) Tor Project es un Software Libre y de Código Abierto (FOSS), que es la mejor defensa contra la vigilancia gubernamental y corporativa. Nos entusiasma combinar nuestros esfuerzos para ayudar a las bibliotecas a proteger la libertad de Internet, fortalecer la red Tor y educar al público sobre cómo Tor puede ayudar a proteger su derecho a la libertad de expresión digital».

«(…) Las bibliotecas sirven a una audiencia diversa; muchos de los miembros de nuestra comunidad son personas que necesitan Tor pero no saben que existe. Algunos de estos usuarios forman parte de grupos vulnerables, como sobrevivientes de violencia doméstica, minorías raciales y étnicas y comunidades LGBTQ. (…) Llevar relés de salida Tor a nuestras bibliotecas no solo sería un poderoso gesto simbólico que demuestra nuestro compromiso con Internet gratuito, sino también una forma práctica de ayudar a la red Tor, y una excelente oportunidad para ayudar a educar a nuestros clientes, personal, juntas directivas, y otras partes interesadas sobre la importancia de Tor. Los relés constituyen la columna vertebral de la red Tor, que es lo que impulsa el navegador Tor “.

Como decíamos más arriba, recuerden que Tor es el único navegador web que le brinda al usuario el anonimato y evita el seguimiento y la censura. «Es una herramienta poderosa para la libre expresión, una que las bibliotecas deberían instalar en sus computadoras públicas y enseñarles a los usuarios. (…) Cuando un usuario abre el navegador Tor y navega hacia un sitio web, su tráfico rebota en tres retransmisiones, mezclando su tráfico con tres capas de cifrado, haciendo que su dirección IP original sea indetectable. El relé de salida es el último relé en este circuito, el que habla a la internet pública. (…) No es peligroso ejecutar una salida, pero debido a que el nodo de salida es el único identificable en el circuito, los operadores de salida podrían enfrentar el aviso ocasional de la DMCA o un oficial de la ley preguntando sobre el tráfico en el nodo.”

Para comenzar este nuevo proyecto, se eligió a la Kilton Library en Lebanon, New Hampshire. ¿Por qué? “Chuck McAndrew es el bibliotecario de TI allí, y ha hecho cosas increíbles en las computadoras de su red, como ejecutarlas en distribuciones de GNU / Linux. (…) La mayoría de los entornos de biblioteca ejecutan Microsoft Windows (…). Al elegir los sistemas operativos GNU / Linux y al instalar también algunas extensiones de navegador que protegen la privacidad, Chuck ayudó a su personal y a los usuarios a optar por la omnipresente vigilancia gubernamental y corporativa. De todos modos, los relés Tor se pueden configurar en cualquier sistema operativo, pero los sistemas FOSS como Debian son ideales. El Proyecto Tor publica instrucciones para cualquiera que quiera establecer un relé en Debian. Por el momento, existen unos 1000 relés de salida en todo el mundo.

En 2016, la biblioteca de Las Naves, conjunto de antiguos almacenes abandonados junto al puerto de Valencia transformados en un moderno centro de creatividad, instaló un nodo de salida de TOR entre el 1 y 6 de marzo de 2016, días en los que se desarrollaba el Internet Freedom Fest. La activista y bibliotecaria Alison Macrina (@flexlibris), que ayudó a la biblioteca de Kilton junto con Tor a instalar el nodo e impartió la formación para su uso, explica algunas cositas:

El proyecto generó controversia y, de hecho, fue paralizado durante unas semanas. (…) Tras una campaña de apoyo iniciada por la Library Freedom Project a la que se sumó la Electronic Frontier Foundation, el servicio se restableció en septiembre de 2015. Javier Borrás no quería que la instalación del nodo fuera meramente simbólica y deseaba que fuera permanente. Por lo que tengo entendido, no lo logró. Cualquier cosa, me avisan.

«Existen ciertas organizaciones o instituciones que en su momento han apoyado el Proyecto Tor, entre las que se han encontrado Access Now, Human Rights Watch e incluso Google. En la actualidad, entre los patrocinadores se encuentran Reddit, Radio Free Asia, la Fundación National Science a través del Georgia Tech, la Universidad de Princeton y la Universidad de Minnesota». Tan mala no debe ser. O, mejor dicho, para algunas cosas buenas debe servir.

Precioso artículo: En 2014, el diario La Repúbblica publicó un texto muy interesante. Traducimos algunos extractos de esta anécdota más que provechosa para comprender que, en el submundo, cosas buenas también se encuentran: Cipolla 2.0 es un foro anónimo de la comunidad italiana, de aproximadamente 150 mil personas (circa un 4% del total mundial de usuarios de Tor). Los relatores de esta historia cuentan que encontraron la Imperial Libray of Trantor que contiene casi seis mil libros, divididos por géneros: la obra completa de Umberto Eco junto a las novelas de Arundathi Roy y desde que ganó el Premio Nobel también todo Patrick Modiano. Las Zenow, el cuidador, explica que ‘las leyes de derechos de autor están obsoletas’ y que no acepta ninguna solicitud para eliminar los textos de ‘editores, asociaciones que administran derechos u otras sanguijuelas’. Luego, pasaron a la Biblioteca de Alejandría o Anarquista, donde encontraron las obras completas de Emma Goldman, Alexander Berkman y Alfredo María Bonanno. (…) Nunca se sabe en qué país se está, porque quien abre un sitio subterráneo puede pretender estar en cualquier país del mundo.

Hazatyp, un usuario comentaba: «En mi país, los clubes literarios están controlados por el gobierno. El ministerio los autoriza y financia, pero solo si promueven las letras, la poesía, la historia del territorio. De hecho, son legales si hablan de lo que quiere el gobierno. Muchos se reúnen en las casas cerradas, pero aquí es diferente. Aquí puedo hablar de libros con personas diferentes a mí. (…) Hazatyp descarga libros de bibliotecas clandestinas y los comenta en el chat. En uno de estos nos enganchamos a Sashamask, un usuario ruso que a su vez nos acompaña a la biblioteca de Hércules, una sala donde puedes encontrar los libros prohibidos por Putin, incluso aquellos que terminaron bajo acusación de incitación al terrorismo. ‘Si te buscan en la calle y te encuentran con una copia de estas cosas, puedes meterte en problemas. Si los lees aquí, eres anónimo y puedes hacer lo que quieras’.

«No todos tienen intereses tan peligrosos. Entre los lectores anónimos también hay quienes buscan la gran novela y lo hacen asistiendo a salones literarios. El más famoso se llama «club de lectura de Jotunbane», accesible desde Hidden Wiki.

En la página principal de «The Tor Library«, una de las bibliotecas más grandes de la web, leemos: «Podrían hundirse en cualquier momento». No sabemos por qué no lo han hecho todavía. (…) Silk Road, el mercado negro más grande del mundo, se especializó en drogas pero tenía un rincón dedicado a los libros. «El conocimiento es poder y la lectura es una de las mejores maneras de expandir nuestro conocimiento», explicó Dread Pirate Roberts (Ross William Ulbricht), su fundador. (…) los investigadores examinaron su vida informática. Finalmente lo arrestaron en la biblioteca de Glen Park, una sección de la Biblioteca Pública de San Francisco. Estaba sentado en un escritorio, sección de ciencia ficción. Hay un documental bastante interesante aunque trata más bien de temas judiciales: gira en torno a la famosa historia del arresto de Ross.

El proyecto sigue y nos está llamando: «Nos encantaría que te unas a nosotros en este nuevo proyecto. ¿Quiere que su biblioteca sea nuestro próximo sitio de retransmisión de salida? Envíenos sus respuestas a este cuestionario a través de la página de contacto o envíelo directamente a las salidas en libraryfreedomproject@org. También estamos buscando bibliotecas para albergar los seedboxes de FOSS, es decir, máquinas de torrents que sembrarán software libre para ayudarlo a estar más disponible para el público».

Acá los dejo con unos enlaces fabulosos: cómo descargar, contratos, gente que ayuda, tips, métricas… Les queda tarea para rato.

Bridge database
Download Tor Browser
HTTPS Everywhere
Resources for library Tor relays
Tor and HTTPS
Tor Onion Services setup
Tor Onion Services best practices
GetTor
LFP letter to convince IT/admin/city to unblock Tor
Orbot (Tor for Android)
TorBirdy
Tor Messenger
ExoneraTor
Tails
Tor Metrics
OONI
Tor Project Social Contract