El lunes 8, asistí a la presentación del Museo Pallarols en Google Argentina. En su afán por reunir el arte con la tecnología, Google ha desarrollado una plataforma que estimula a las instituciones culturales, museos y otros espacios a mostrar sus colecciones. Ya son cientos los establecimientos que se han asociado al Google Cultural Institute para presentar los tesoros culturales del mundo online. Pero sólo dos iniciativas son argentinas: El Museo de Bellas Artes y, a partir de hoy, el Museo Pallarols. En todo caso, único artesano argentino en el Google Institute.

En el Google Institute hay proyectos temáticos, colaborativos. Hay de todo. Exposiciones virtuales de Street art, de muebles, de cómics, de esculturas y, desde hoy, de platería argentina.

Cuando decimos plataforma, decimos herramientas y actitud. Google ha puesto a disposición varios de sus proyectos anteriores en pos de este Instituto virtual. Es el caso, por ejemplo de la herramienta Street View de Google Maps para poder ingresar y explorar en profundidad algunos de estos espacios del Art Project. Veamos cómo se “ve”.

Para los docentes, hay varias herramientas que pueden resultar útiles: crear nuestra propia galería, poner a prueba tus capacidades visuales con el apartado “Hazte el experto”, trabajar en proyectos personales a través de la ya conocida sigla “DIY” (hazlo tú mismo), etc.  Para algunas asignaturas o contenidos, Google ha elaborado unidades que los profesores pueden usar como guía.

Ahora vayamos a lo que nos convoca. ¿Quién es Pallarols?

Juan Carlos Pallarols es un artesano de la plata, conocido internacionalmente. Él y su familia porque, en realidad, esto viene desde el 1700. El papá de Juan Carlos era catalán y, por supuesto, también platero y así varios de sus antecesores. Los Pallarols han confeccionado, piezas muy importantes que, tarde o temprano, en algún lugar, hemos visto todos pasar (sin saber, posiblemente, que eran Pallarols): los bastones de mando de varios presidentes argentinos (Arturo Illia, Raúl Alfonsín), regalos oficiales y algún que otro cáliz papal (1982, cáliz con el que Juan Pablo II realizó la Misa por la Paz en Buenos Aires).

¿Qué es la platería? «Se denomina platería al trabajo artesanal de la plata con fines ornamentales». Pero la platería es mucho más que eso». Es la cultura tatuada con tinta de plata.

Las rosas de Juan Carlos Pallarols son una marca. Y porque nacieron del amor “regalo de la primer rosa de plata que le hiciera mi abuelo a su hija”, Juan Carlos sigue con la tradición. Presidentes, reinas, princesas, cantantes, modelos, actrices…

Esto en lo que concierne a su trayectoria laboral. Pero ¿qué podemos decir del humanista, del orfebre, del alquimista argentino? Pallarols es un precursor de lo que habitualmente entendemos por web social, web 3.0, etc. Aunque ni siquiera él lo sepa. ¿Por qué? Porque una de las características más representativas de esta época es lo que se ha dado en llamar la web colaborativa, el trabajo en equipo. Un proyecto en el que participan todos y el resultado le pertenece a todos. Un adelantado a su tiempo.

Juan Carlos Pallarols viene llevando a cabo este tipo de actividad hace mucho tiempo. Podríamos llamarlo un gestor de crowdsourcing emotivo y analógico. En este caso, lo que se hizo no fue juntar plata, ni siquiera habilidades diferentes, sino una reunión de voluntades para lograr un objeto de arte en el que todos somos coproductores. 

El último proyecto de este tipo, y que él mismo describió en el evento, es el del cáliz que el papa Francisco usará en El Vaticano. Pallarols lo explicó así: “le propuse que la decoración principal fuera elaborado por millones de golpecitos de personas que van a participando en su elaboración». «En ese trabajo participaron más de 3 millones de personas y para ello recorrí durante 14 meses todo el país, pueblo por pueblo, con un promedio de unos 30.000 golpes por día».

Pallarols intenta volcar en el arte un deseo del papa y del mundo: que empecemos a trabajar todos juntos, y a empujar hacia el mismo lado. El decorado del cáliz será una metáfora del deseo.

Otro proyecto similar fue cuando en el 2011, millones de argentinos fueron artífices colaboradores en la magia del bastón presidencial de Cristina Kirchner, al tomar su cargo de presidenta de la Nación por segunda vez.

En definitiva, son pocas las veces que tenemos oportunidad de ver objetos de tanta belleza. Porque no sabemos que existen, porque no nos imaginamos comprando uno de ellos, porque… La realidad es que son pocos los que podrían adquirir el cuadro de la Gioconda y, sin embargo, todos queremos verlo.

Pallarols ha puesto a disposición de todos dos exposiciones virtuales:  El Museo Pallarols y una sub exposición sobre el Arte religioso del Museo. Dos exposiciones que permitirán la democratización del trabajo de una familia de artesanos que merece ser compartido, admirado, valorado y, por qué no, resignificado.

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Mientras Juan Carlos Pallarols demostraba su avance tecnológico a pasos agigantados, luciendo los google glass y filmando cuanto sucedía a su alrededor y yo sacaba selfies con el susodicho, miles y millones de personas empezaban a disfrutar, en los cuatro puntos cardinales, la maravillosa platería argentina.

En un momento de la presentación, Pallarols citó una frase que había leído: “No se ama lo que no se conoce” (parafraseando a la frase original: «Quien no conoce nada, no ama nada», de Paracelso, un alquimista suizo del 1400). Pues bien, yo les puedo asegurar que lo que se siente al poder ver, con lujo de detalles, las sublimes piezas que se exhiben en el Google Institute es, sin lugar a dudas, amor a primera vista.