Venimos de la primera parte en la que hablamos de algunos conceptos sobre la visualización de la información/data. Y anunciamos que daríamos otros, en esta segunda parte que tienen que ver con el diseño también, aunque de otro modo, con otro criterio, etc. Ya verán.
Decíamos que, asumiendo, que lo visual está muy presente entre nuestros jóvenes, es imprescindible, dentro de lo que se entiende por alfabetización digital y visual, incluir a estos personajes, pictogramas e imágenes que, aunque aún informales para ciertos ámbitos, ya son parte indiscutible de nuestra comunicación escrita. Y no sólo eso. Sino también empezar a incluir procesos que impliquen una visualidad o un diseño en su construcción. Aprender a pensar, a construir ideas a través del diseño. ¿En dónde podemos incluirlos? ¿Cómo? A través de una metodología.
Hay dos que hoy están muy de moda: el design thinking y el visual thinking. Pero ojo al piojo. Parecen lo mismo, mucha gente las nombra como si fueran lo mismo, pero no lo son. ¿Cuál nos interesa más como docentes? ¿Cuál podríamos usar aunque no fuera en la clase, pero sí para reflexionar y gestionar un proyecto educativo?…
Una cosa es contar una idea, un concepto y otra muy distinta es diseñar un proyecto: sus pasos, etc. Una cosa es exhibir una idea a través de imágenes, y otra cosa es diseñar procesos. Éste último tiene que ver con desarrollar una lógica, un modo de los diseñadores (más generalmente) para crear soluciones. No importa si con imágenes o no (que sería nuestro caso). Lo más importante, primero, es entender qué se relata. Después, cómo. En eso consiste la diferencia, en lo que se cuenta: relato lineal o proceso. Dibujar una o idea o «diseñar» soluciones para un problema.
“El Design Thinking es una metodología (…) que se basa en adoptar la forma de pensar y el proceso de trabajo de los diseñadores para aplicar los principios y herramientas propias del entorno del diseño, en el momento de afrontar y generar soluciones a un reto empresarial (u otro)”.
Se acerca un cliente/docente y tenemos que presentarle opciones para su empresa/institución. Tenemos que generar productos, servicios, lo que sea y, para ello, vamos a usar el design thinking tratando de identificar y plasmar, a través de esta metodología, y entre otros modos, las necesidades. “Podemos concretar que el design thinking es un método para resolver problemas de forma creativa”.
Por otra parte, el Pensamiento Visual (Visual Thinking) es una metodología que supone utilizar el canal visual, es decir, la capacidad de exteriorizar pensamientos a través de su representación visual con imágenes, dibujos, ilustraciones, esquemas, diagramas, moodboards, infografías, (…)”.
Es muy importante saber sobre esta diferencia porque, como docentes, ambas nos sirven pero para objetivos completamente diferentes. La primera, como decíamos, la del design, tiene que ver con cómo resolver, a partir de las necesidades de una empresa/institución, el análisis y entrega de un producto/solución. Como docentes, podríamos entender a éste último como un modo de encontrar soluciones a los problemas cotidianos con los que nos encontramos en el aula, de un modo poco conocido o utilizado aún en las aulas, al menos, argentinas.
La segunda, la del pensamiento visual tiene que ver con todo lo que venimos diciendo, explicando, ejemplificando en este post y el anterior: la importancia de lo visual, que, como docentes ya nos resulta más familiar (por esto de las infografías, las imágenes, los gifs, los emojis, etc.).
Repetimos algunas ventajas para que esto resulte definitivamente ejemplificativo:
La representación visual (infografía, imagen, mapa mental, etc) permite una mejor asimilación, comprensión, recuerdo, de un concepto en comparación con un documento escrito.
Permite, al manejarse con símbolos (figuras, esquemas, etc.) un idioma/lenguaje que pueda ser entendido por varios tipos de usuarios (diferentes profesiones, diferentes campos, etc). Un solcito dibujado es un solcito para todos. Aún cuando lo dibuje un escritor y lo lea/interprete un informático. Un lenguaje en común para varios.
Los contenidos audiovisuales, las animaciones interactivas y los gráficos permiten observar la realidad y visualizar de manera más sencilla los conceptos. Recuerden todo lo que decíamos en el primer post sobre los mapas, particularmente: no sólo nombrar sino también poder desplegar relaciones, etc.
Pero, por ahora, dejémonos de teoría e intentemos dibujar y diseñar todo lo que pensamos. No es fácil, pero está bueno practicar. Una idea, un proyecto… Ya veremos. Lo principal, al menos para este post, es cumplir con dar una pequeña introducción a las diferencias entre ambos conceptos.
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