Hace varios años, escribí este artículo que hoy, creo, está más vigente que nunca. Los inmigrantes, el pensarse «otro», los refugiados… Iremos actualizando enlaces y agregando otros.

¿Qué es la interculturalidad, o la multiculturalidad o la diversidad o…? Es, explicado de una manera simple, un tipo de fisonomía múltiple, en relación con la cultura. Podemos estar hablando de un aula, un barrio, un mundo en el que conviven diferentes culturas. La educación intercultural implica preparar a nuestros alumnos o a a la ciudadanía en general, para comprender esta diversidad y convivir con ella.

Para empezar, buscamos algunas definiciones en el Diccionario de la Real Academia:
multicultural. adj. Caracterizado por la convivencia de diversas culturas.
diversidad. (Del lat. diversĭtas, -ātis).f. Abundancia, gran cantidad de varias cosas distintas.
diferencia. (Del lat. differentĭa). f. Variedad entre cosas de una misma especie.

Miren cómo están cambiando las cosas que, cuando escribí esta nota puse: «Lamentablemente aún no figura en el diccionario la definición de interculturalidad«. Hoy, sí figura y dice así: f. Cualidad de intercultural (‖ que concierne a la relación entre culturas).

Todas estas definiciones permiten delimitar el campo propuesto y muy especialmente hacer notar que no hay escala de valores implicada en los términos. Todo aúna, se suplementa, se engrandece, se enriquece. Por tal motivo, destaco el término “abundancia” en la definición de “diversidad”. Porque eso es lo primero que hay que integrar. Daniel Lavella,  director del documental El lobo de los cuentos definió, en una entrevista de hace muchos años, la situación con el término “riqueza”. Me gusta.

Es imprescindible entender la diferencia como –valga la redundancia– simplemente una diferencia. Ni peor ni mejor, distinto. ¿Quién dijo que ser ario era mejor que ser semita? (la respuesta que está pensando, no vale). Sigamos con un discurso lógico: ¿quién dijo que ser argentino era mejor que ser boliviano?, ¿quién dijo que ser… era mejor que ser….?

De allí parten las primeras dificultades: del no poder aceptar a quien no es como uno. No quiero justificar esta especie de ignorancia pero, a veces, es simplemente eso. Si no te conozco, si sos tan diferente, no sé ni cómo mirarte, ni qué decirte, ni qué pensás. Entonces es más fácil ignorarte (en el peor de los casos maltratarte) o seguir creyendo que lo que soy es “lo que vale”, el referente correcto. “El otro” no existe porque no lo conozco.

Dar a conocer, mostrar: esa es nuestra tarea como ciudadanos. Entregar las herramientas, para que al menos ésta, la ignorancia, no rija cierta línea de pensamiento. Habrá otras y habrá que luchar contra ellas. Pero la primera es “el no saber” y ésta, la primera, podemos evitarla. El objetivo es, justamente, enseñar en un ámbito en el que se encuentra la diversidad y, por esta razón, proveer material para entender esta circunstancia como un hecho de “abundancia”.

Tareas para desarrollar hay muchas. Todas implican un grado de investigación, y para ello ¿qué mejor que las nuevas tecnologías? Porque una de las mayores virtudes de las TIC es “acercar” a la gente, informar de algo que antes era muy lejano a alguien que ya no lo es, una especie de teléfono del momento. Lo que desconozco, no tengo más que ir a buscarlo a este universo de información: internet. ¿Qué buscamos? Podemos empezar por todo lo que implique la formación de la cultura de este “OTRO”: su música, su religión, sus comidas, sus trajes, sus dioses, sus celebraciones, su historia, su filosofía, sus ritos, sus perfumes. Su definición de cultura.

Dime lo que comes, oyes, rezas, y te diré quién eres.

integrar.: (Del lat. integrāre). 1. tr. Dicho de las partes: Constituir un todo. 2. tr. Completar un todo con las partes que faltaban.

En la definición misma del verbo “integrar” también hay algunos términos y conceptos muy interesantes: constituir un todo. Como si cada una de las partes fuera imprescindible. “Completar” un todo, “nos necesitamos los unos a los otros”. Las minorías que puedan encontrarse en un espacio no son “repuestos”, son parte funcional. Términos como mosaico, crisol y otros demuestran gráficamente la idea: unos colores no tienen más importancia que otros. El conjunto es lo que hace al diseño. Un puzzle es justamente encajar las fichas para formar la figura. Sin una de las partes, la figura no se forma.

Un tema fundamental es que la tarea de integración es un movimiento que se dirige hacia afuera y hacia adentro. Explico: hablamos de gente que llega de otros países; evidentemente hay “locales” y “visitantes”, y uno podría pensar que el que “acoge” es el que tiene que poner más actitud o no tener prejuicios o mostrar una actitud más abierta. Sin embargo, todos debemos trabajar. Los que llegan también tienen que poner su granito de arena. Porque lo que sucede a menudo es que el recién llegado, cuando vuelve a su casa, olvida su situación: en su hábitat solo habla la lengua de sus padres, va a las fiestas que “su” asociación organiza, come sus platos tradicionales y no prueba una buena parrilla. Entonces la tarea se vuelve difícil, porque es como tener que volver a empezar todos los días. Si trazamos nosotros mismos los límites, lo único que se obtiene es el gueto. Todos felices en nuestra burbuja. ¿Y si derribamos el muro? Un gueto es un gueto, un espacio reducido y limitado. ¿Todos felices? No lo creo.

Una persona que viene de otro país presenta una desventaja en el conocimiento de “nuestra cultura”, eso es todo; pero ser un especialista en “su cultura” es lo que hace de él una excelente persona con experiencias propias interesantes, para él y para los otros, que, en este caso, somos los que estamos en desventaja. Como siempre, depende desde dónde se mire.

El comentario: “es más fácil si es blanco como vos” podría entenderse de varias maneras. La pregunta sería: ¿más fácil para quién? Las situaciones que “se complican” gracias a un factor diferente, a veces valen la pena.

Integrar actividades sobre temas que nos son ajenos, estimula la capacidad de “abrirse”, invitan al debate, a la discusión. ¿Saben lo que es el henna?, ¿saben que cuando los musulmanes se casan las mujeres deleitan a los invitados con una especie de silbido mucho más agradable que los arroces que uno se traga en cada una de las bodas?. Aprender sobre “el otro” es aprender a convivir, es sumar. Y nada es excluyente. Conocer otras culturas, amar otras culturas y hasta compartir ciertos ritos (como un buen cuscús) no implica ni olvidar ni renegar. Sumar, sumar y sumar. No duele y diría que, muchas veces, sana.

¿Qué se discute cuando se introduce el tema? Por ejemplo: sobre términos como peor o mejor, culturas dominantes y dominadas. Minorías desfavorecidas y razas privilegiadas, etc. Educar interculturalmente es reconocer las posibilidades de reacción y charlarlas. Conservación de la identidad cultural, integración, marginación, exclusión (apartheid). La indiferencia mata al hombre y también a tu compañerito de banco (que es hombre). Nadie tiene derecho a exigir la renuncia del otro, así como nadie tiene derecho a exigirnos la nuestra. ¿Pero compartirla? Esa es la historia. Si los “diferentes” devienen “iguales”, la paleta de colores sería toda blanca o negra o verde o… ¿A quién le gustaría pintar con tan pocas variantes?

«Parcours de migrants» es una especie de juego de la oca. Lamentablemente está en francés pero, como siempre, intentaremos rescatar alguna idea. Podríamos empezar por hacer algo semejante en español. La estructura del juego se baja de internet, pero no se juega en forma virtual. Esto qué quiere decir: hay unas fichas. En el exterior también se lo ha presentado en ferias, donde el público en general pudo participar. Con él se intenta interpretar situaciones cotidianas de las personas que llegan a un país que no es el suyo. Se intenta «vivir en carne propia» las dificultades y el sufrimiento del transitar del recién llegado. Las identidades están predefinidas, pero como en todo juego de rol, la creatividad se lleva el primer lugar para desarrollar versiones según las circunstancias (obstáculos o no) que se van presentando. Se agrupan los escritorios en miniespacios: la policía, el hospital, el colegio, etc.

Impresionante presentación de este videojuego: ravalgames, en el que la Rambla del Raval se convierte en escenario. Chicos del barrio barcelonés crearon una plataforma que sirve como “herramienta de integración cultural y social, mediante sus propias experiencias cotidianas”. Porque ellos también creen que es una manera convocante para ser escuchados. Una chica inmigrante es su protagonista.

Otro videojuego con el mismo tema es el desarrollado por ACNUR, la agencia de la ONU de ayuda al refugiado. Contra viento y marea, dirigido a chicos y chicas de 12 a 15 años. Que a su vez propone en el sitio actividades guías para los docentes muy completas. Su creadora, Kristina Rodríguez, dijo que internet es “la mejor herramienta para llegar a los más jóvenes”.

ICED – I Can End Deportation es un juego en 3D gratuito que enseña sobre las leyes de inmigración.

Turista Fronterizo es un juego que desarrolla un recorrido de los movimientos de diversos grupos que conviven en la frontera de EE.UU. y México.

“La diversidad, los otros, la diferencia traen, en varias ocasiones, problemas”. Construyamos la misma afirmación con el vaso medio lleno: “La diversidad, los otros, la diferencia traen, en varias ocasiones, una multiplicidad de soluciones y posibilidades. A mayor cantidad de respuestas, seguramente habrá mayor cantidad de soluciones”. Esta es la actitud.

Quiero particularmente regalarles una joyita on line. Español para extranjeros. El humor, siempre es un buen condimento. Aunque sea negro.

El multiculturalismo incita precisamente a la posibilidad de contar un arco iris de experiencias. No es necesario aceptar sin más, porque entonces seguimos en la figura del gueto. Lo interesante es discutir, y para ello primero hay que investigar. El multiculturalismo es el encuentro, el enriquecimiento a partir de la diferencia y la diversidad. Ser multicultural es sinónimo de ser solidario, tolerante, justo y generoso (entre otras cualidades). Las TIC permiten que esta llegada sea casi instantánea. En un clic conocemos el mundo y a sus habitantes. Un viaje virtual al “corazón” del “otro”. ¿Qué más se puede pedir?

En los últimos años, el National Endowment of the Humanities (NEH) ha apoyado y financiado juegos digitales, incluyendo Mission US: City of Immigrants, un juego sobre la experiencia de los inmigrantes. Uno se mete en la piel de Lena Brodsky, una inmigrante judía de 14 años que llega, en 1907, a Nueva York.

En Brain Pop hay varias actividades lúdicas que se pueden tener en cuenta: Inmigration Nation, o el ya nombrado City of inmigrants.

The migrant tail es un juego que se relaciona con el documental The Undocumented. Uno puede jugar como agente de la patrulla fronteriza, y luego en el papel de un emigrante.

También podemos jugar a Papers, please un juego en el que un agente de patrulla fronteriza revisa pasaportes en una nación comunista ficticia en 1982.

La BBC eligió un sistema ya conocido para todos, el: “elige tu propia aventura” para explicar y “sentir” o “vivir” el drama que hoy viven los refugiados sirios a través del Syrian Journey: Choose your own escape route. Es muy interesante porque hay varias herramientas “tic” para probar: videoclips, Twitter de una niñita, videos tours

En Choosing My Way, los refugiados y otros jugadores recién llegados deciden cómo responder a las oportunidades y desafíos que surgen después del reasentamiento en los Estados Unidos. Está dirigido a los refugiados y a los nuevos inmigrantes con un poco de dominio del inglés que quieren aprender sobre la vida en los EE.UU.

En el juego griego Banoptikon (a partir de un proyecto de la Unión Europea), la idea es mostrar cómo los dispositivos de vigilancia en las fronteras se dirigen principalmente a disuadir o desalentar a los inmigrantes. Los migrantes son alcanzados por este sistema de control hasta llegar a su propio cuerpo (centros de detención, las huellas dactilares, etc.). El objetivo es sumergir al jugador en este universo, hacerle sentir estos contratiempos. Se basó en la idea de que los videojuegos pueden ser medios o juegos, pero a veces pueden ser ambos. Debido a que se utilizan como medios de comunicación, pueden llevar una idea de un lugar a otro. Y como juegos, pueden establecer un conjunto de condiciones dentro de las cuales los humanos juegan.

El Tenement museum propone algo similar a lo ya nombrado: ver cada uno o alguno de estos aspectos que pueden resultar “invasivos” o difíciles: el pasaporte, la inspección sanitaria.

Darfur is Dying es un juego de video en internet que propone una ventana a la experiencia de los 2.5 millones de refugiados de la región de Darfur, en Sudán. Los jugadores deben mantener el campo de refugiados funcionando ante un posible ataque de las milicias de Janjaweed.

Y hablando de Roma… esta convocatoria se publicó hoy: “Si fueras otra persona… ¿cómo sería tu vida? ¿Alguna vez te has imaginado estar en los zapatos de otra persona? (…) El concurso de fotos y videos de la UNESCO para jóvenes «Si yo fuera …» te invita a imaginarte en los zapatos de otra persona a través de un potente videoclip o foto. La idea es ilustrar tus sentimientos si fueras esta persona (…) ¡Desarrolla tu habilidad para empatizar y dejar atrás tus prejuicios! ¿Por qué la UNESCO está lanzando este concurso? Porque considera que estas «competencias interculturales» son adquisiciones fundamentales para vivir juntos, independientemente de nuestras diferencias sociales, económicas o culturales. El concurso «If I was …» pretende animar a los jóvenes a imaginar nuevas realidades y nuevas perspectivas, y dejar atrás estereotipos y prejuicios.

Este último ejemplo me parece ya un poco exagerado y, diría de mal gusto. Pero me limito a mostrar lo que hay y cómo cada uno resuelve como puedo su capacidad de empatía: Corre como un refugiado, que llega con el Oculus Rift (dispositivo para realidad aumentada), una cinta ergométrica y un arduino para conectarlos. Objetivo: la empatía, el cómo: con una instalación interactiva que hace que la gente corra como un refugiado. El guión es una especie de «diálogo interior» que se oye en tu cabeza.

Tengamos en cuenta que en este artículo estamos hablando de gente que llega con una mano adelante y otra atrás y de gente que quiere llegar, y de gente que se escapa y de gente a la que se acoge y de gente que no acoge y de gente…

De lo que estamos hablando es que hay circunstancias que le pasan a otros y que igual sería bueno que las viviéramos, que las transitáramos (aunque más no sea virtualmente). Muchos se preguntarán en qué puede ayudar que yo, a millones de kilómetros, me ponga a jugar un videojuego. La respuesta no la tengo. Pero puedo decir que si uno desconoce lo que le pasa “al otro” nada nunca va a cambiar. Si sabemos qué piensa y que siente “el otro”, posiblemente algo pueda cambiar. Si no, desterremos la palabra empatía del diccionario y listo.