Desarrollada entre 2010 y 2011 por estudiantes de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, Snapchat fue la herramienta digital que más creció en 2014, desbancando a Facebook, Twitter e Instagram. Pero ¿qué es Snapchat?.

Con Snapchat se pueden sacar fotos, grabar videos, escribir, dibujar, editar y enviar esos contenidos a los contactos. Lo que caracteriza a este desarrollo es que los mensajes que se envían tienen una duración determinada: después de un tiempo, desaparecen, no quedan almacenados en ningún espacio, ni físico ni virtual. Ni siquiera en la memoria de la herramienta. Son mensajes «volátiles».

Quienes más utilizan esta red son los adolescentes de entre 13 y 25 años. Si uno les pregunta cuántos días por semana usan Snapchat, ellos responden cuántos días por semana NO lo hacen… Por esta razón, varias instituciones culturales y educativas como bibliotecas o museos también la utilizan para estar en contacto con los jóvenes y compartir un mismo lenguaje. Los jóvenes se sienten atraídos, convocados y participan, entonces, en actividades en las que antes no participaban. Algunas estrategias posibles son, por ejemplo, generar interés sobre libros recién publicados, promover eventos y dar a conocer colecciones u objetos que habitualmente no están expuestos a través de estos snaps o mensajes.

Snapchat y la educación
Snapchat es una metáfora de la inmediatez, de lo efímero, de la virtualidad. Compartir un momento, una foto implica desarrollar un criterio de espontaneidad muy interesante para la comunidad educativa. Se busca creatividad y no necesariamente tiene que ser un momento preparado, armado. Es interesante rescatar el instante. La imagen armada, en cambio, generalmente se sube a la red Instagram. Snapchat no muestra públicamente el número de seguidores o seguidos, solamente el índice de la intensidad de tu actividad. Esto también la diferencia de la red antes mencionada o de Facebook, entre otras, y es un buen punto para tener en cuenta porque no estimula la cantidad per se.

Sin título

Mediante Snapchat, se cuenta una historia sin historia, un relato casi en tiempo real de un día en la escuela, en la clase. Sin preproducción. «Te muestro lo que hoy pasa, en este momento». Mañana, literalmente, será otro día, y otra la historia y su imagen. Varias actividades pueden derivar del uso de esta herramienta: concursos de dibujo, de fotos; juegos similares al Pictionary, una búsqueda del tesoro con pistas que desaparecen, entre otras. También permite enviar una palabra en otra lengua cada 10 segundos para recordar términos y ampliar vocabulario, estimular la rapidez mental, visual… En la sección de «Mi Historia» se registra todo en directo y todo lo que se publica, se muestra cronológicamente.

Los jóvenes eligen Snapchat porque es una red social en la que predomina el uso de la imagen (el componente visual que tan imbricado está en la generación del milenio) y prevalece la espontaneidad, lo efímero de la acción. Todas estas características sugieren que es una aplicación en la que los jóvenes se sienten protagonistas. Disfrutar el momento es parte de la premisa y podría ser uno de los modos de trabajar la espontaneidad, el tiempo real y la vida cotidiana junto a los docentes.

En resumen: nació con el nombre de «Picaboo»; en sus inicios, tenía mala reputación, pero como toda tecnología que se precie, evolucionó, se perfeccionó y adquirió usos más interesantes. Sus envíos se conocen como snaps. Sus usuarios se hacen llamar snapchatters. Con Snapchat se puede sacar fotos, grabar videos, escribir, dibujar, editar y enviar esos contenidos a los contactos. Los mensajes, después de un tiempo, desaparecen, no quedan almacenados en ningún espacio, no pueden recuperarse, pero es, justamente allí, donde la creatividad entra en juego.

La aplicación se encuentra disponible de manera gratuita en Google Play, solo para mayores de 13 años.

Esta nota fue publicada en el sitio de Educ.ar el 5 de enero de 2016.