Las aplicaciones son el modo «fácil y rápido» de acceder a todo, a través de dispositivos móviles. Es evidente que este post será, simplemente, una introducción de todas las apps que podremos ir encontrando, y que guardan relación con las bibliotecas, la lectura y todo lo que esta familia semántica ha desarrollado en el campo digital.

Solo señalaremos algunas, y explicaremos en qué puede consistir su especificidad u originalidad para ámbitos culturales.
Porque, en realidad, todas estas aplicaciones refieren a temas que ya hemos abordado, o que iremos abordando de manera específica. Pero hago un post sobre apps, justamente, para explicar los nuevos lenguajes, el cambio de plataformas. Todo lo que antes creíamos que solo podía debatirse a nivel de contenidos, sin tener en cuenta la plataforma que utilizáramos, ya no tiene sentido. Se crea contenidos a partir de una estructura de pensamiento diferente.

slide_283654_2167399_freeResumiendo: escribo este artículo casi como una provocación, una prueba, una trampa. Lo que intento es que, entre todos, comprobemos si lo que estamos haciendo es, simplemente, una traducción literal, o si estamos pensando como bilingües nativos.

Explico la metáfora: cuando uno está en una habitación con un bilingüe, éste se comunica con varios interlocutores, a la vez, según la lengua que manejen. Por ejemplo, le habla a su papá italiano en italiano y a su mamá francesa en francés, sin pensarlo. Simplemente, lo hace. Si un no bilingüe tiene que vivir la misma experiencia, lo hace también, pero piensa antes. Tiene que tomarse, al menos un segundo, para cambiar el chip.

Igual sucede con las nuevas tecnologías. Las nuevas generaciones funcionan como bilingües. Nosotros somos los que aún debemos pensar cómo se hace un contenido en una plataforma que tiene otras características. Los que vivimos el modo “analógico” anterior. Somos los “in transit”.

El riesgo, con este mismo ejemplo, sería que hagamos una traducción literal, es decir, mala. Y que en el ámbito digital traspasáramos un contenido directamente (literalmente). Ambos productos son de mala calidad. No han tenido en cuenta el contexto (la plataforma), entre otras variables.

Volvamos al principio, las apps no son el cuaderno en “chiquitito”. Ni siquiera es una televisión “en chiquitito”. Es otra cosa, es un tercer elemento, es una plataforma en sí misma que necesita sus propias reglas.

Varias bibliotecas ya cuentan con su aplicación y, casi siempre, permiten las siguientes funciones o acceso a las siguientes informaciones: información de horarios y servicios bibliotecarios, catálogo de la biblioteca, información de novedades bibliográficas, redes sociales, mapa con la ubicación del establecimiento (cómo llegar allí), alertas recordatorias para el caso de préstamo de libros, calendario de actividades culturales o eventos (con suerte), contacto, entre no muchas más cosas.

Sin títuloCuando la aplicación ha sido desarrollada por una empresa externa a la institución, es posible que la variedad de funciones se amplíe a una gama más amplia e interesante: códigos QR, acceso directo al whatsapp, etc.

Creo que las bibliotecas podrían enriquecer sus propias aplicaciones con un poco de color. Para ello, daremos algunos ejemplos privados y, después, mencionaremos algunas específicas de Bibliotecas. Ustedes dirán si son tan difíciles de integrar o no, en una app institucional.

BookBreaks es una app de la editorial harlequin. ¿La característica que me gustó más? Que te pregunta con cuánto tiempo contás y, a partir de allí, te recomienda tu próxima lectura. Perfectamente posible para una biblioteca que cuenta con millones de textos de toda “longitud”. Y cuando uno da el tiempo, sigue preguntando sobre tu estado de ánimo, tipo: ¿está en un momento en que quiere ser seducido?

Booxup es una aplicación que fue creada para un objetivo muy claro: el préstamo recomendado y colaborativo. Después de registrarse a través de Twitter o Facebook (no hay otras opciones), y después de activar la geolocalización, uno escanea sus libros para lograr la biblioteca del mundo mundial. Como integrante de la red, se comienza a tener acceso a los textos que han escaneado los otros miembros de la biblioteca en el área. Si un libro que te gusta, lo tiene un vecino, pues ¡a por él!: le enviás un mensajito y listo.

Una cosa que nos sucede, a menudo, a quien empezamos el camino (¿de ida?) de la lectura digital (en ereader), es que hay ciertos hábitos que no podemos seguir alimentando. Uno de ellos es el de ver cuánto nos queda por leer. Addr te permite tener una visión global del texto y, además, un regalito: podés hacer comentarios y compartirlos via mail.

Book Weather es una aplicación como las ya nombradas en los posts de las recomendaciones. Apps que te sugieren recomendaciones o te proponen ponerle puntos a un libro, etc. A partir de variables tales como el tiempo. No volveremos a explayarnos, pero la traigo a colación para que pensemos que una estrellita puede devenir lo que queramos según, por ejemplo, la especialidad de la biblioteca: una biblioteca sobre el espacio, pues ¡a poner cohetes!. 5 cohetes para el último libro de Carl Sagan… Y no sólo eso. Realmente trabaja el usuario y ya no son los algoritmos los que guían el flujo.

Como decíamos, hay varias bibliotecas que ya tienen su aplicación. Lo bueno sería ir verificando si tienen el mismo contenido que el sitio web. Para verificar, justamente, si han hecho una “traducción literal” o no. Si aportan algo nuevo, etc.

La app de la Public Library of New York, NYPL Biblion: World’s Fair propone mostrar aquello que, en realidad, no está a la vista. Y lo hacen, a través de herramientas y estrategias, típicamente digitales: líneas de tiempo, propuestas al usuario, y la participación, a través de ella, de las redes sociales. Tiene que ver con otro tema que ya hemos planteado que es aprovechar las redes para develar lo que, habitualmente, está escondido.

Hace poco, sacó una nueva que ya hemos mencionado en otro artículo, SimplyE, que lo que hace es facilitar la lectura, descarga y el préstamo de libros digitales (no digitalizados, sino ebooks). En todo caso, esta app aún tiene mucho para desarrollar según sus promesas: software open source, entre otras cosas.

La Bibliothèque nationale de France tiene dos: la app de su espacio digital, Gallica, en la que se pueden encontrar todas las colecciones digitalizadas. Permite la búsqueda y, lo que es más importante, se puede acceder al documento completo, y puede ser compartido por mail y las redes, y la app de Les albums de la BnF que te permite una entrada audiovisual de la misma, ya que refiere a todas las imágenes (colecciones iconográficas), en alta definición. Han reunido, en ambas, lo visual y lo textual.

Con eBiblio podés tener, en préstamo, libros electrónicos disponibles en la plataforma de las bibliotecas públicas de España. Deberás disponer de un carnet de usuario de alguna de ellas.

Otras: Dibam, Biblioteca Pública de Jalisco, BPES-Biblioteca Pública do ES, Nassau Public Libraries Mobile, Biblioteca Municipal de ArucasBibliotecas de Navarra, Cincinnati Public Library, BibMunBurgos, Seattle Public Library, Westerville Public Library.

Hay otras aplicaciones que no pertenecen a los establecimientos pero que, definitivamente, guardan relación con ellas. Veamos algunos ejemplos: la Clasificación de Dewey fue ideada por Melvil Dewey, bibliotecario del Amherst College, Massachusetts, para ofrecer una estructura dinámica, para la organización de las colecciones de bibliotecas. Esta aplicación te ofrece un mini diccionario con los recursos más simples de la misma.

RefME permite a los usuarios generar citas mediante el escaneo de códigos de barras de un libro o una revista. Incluye varios estilos tales como los de Harvard, APA, MLA, Chicago y AMA, etc.

EasyBib es una app para la gestión de referencias bibliográficas. Permite crear, automáticamente, citas para una bibliografía, en segundos… (ver para creer).

Específicamente para la lectura, tema que profundizaremos, evidentemente, cuando posteemos sobre lectura digital, encontramos Hooked que es una app que te permite tener a tu alcance historias de ficción escritas para este medio, es decir que han puesto la mira en no traducir «literalmente». Lo interesante es ver si lo han logrado. Si uno se siente igual de cómodo o interesado que con un libro en la mano, o si este nuevo “modo”, más interactivo nos convoca, etc.

Gaudi’s secret es una aplicación para niños. Una especie de “elije tu propia aventura”. Uno elige el nombre de los 5 protagonistas. En general, uno de ellos es el lector. Tiene juegos y otras actividades que enriquecen la lectura, y dan ese sesgo de interactividad que lo analógico no permitía.

Y también traemos ejemplos de juegos que guardan relación con las bibliotecas y ¡en app!. Solo algunos, no se entusiasmen. Ya habrá todo un artículo sobre ellos solitos.

Ratón de biblioteca es un concurso para los amantes de la lectura. Preguntas sobre literatura extranjera y nacional, consejos, etc.

Bibliografía divertido quizz es un juego de preguntas de literatura para niños y adultos. Te propone 5 niveles de dificultad. Podés pedir ayuda a un amigo, el famoso 50/50… es como el juego: quién quiere ser millonario, ¿se acuerdan?.

Speedy librarian me encantó por lo ridículo de la propuesta. Su objetivo es entregar la mayor cantidad de libros posibles a las personas adecuadas.

Escape 3D: Library implica el reto de escapar de la biblioteca, a través de una serie de pruebas. Varios niveles y desafíos.
Similar es Abandonada escape Biblioteca:  hay un contexto histórico: muchos años antes, durante el gobierno del rey, los libros fueron considerados como el mayor tesoro… y una abandonada biblioteca como escenario. El protagonista llega allí, pero no puede salir.

Time Library te presenta a Alice, la protagonista, quien decide ir a la biblioteca para reponer algunos libros. Ahí ella conoce a Hiro con quien seguirá en esta aventura. Viajes en el tiempo, diferentes niveles, ese es el desafío.

¿De qué hablamos, cuando habalmos de apps?. En definitiva, de la ubicuidad, de la posibilidad de ser un nómade de cualquier tarea, profesión, oficio, materia, asignatura, etc. Estés donde estés, cuando quieras, tendrás una app para mirar. No es lo pequeño, es lo infinito.