Todo empezó con un video de mi sobrino Daniel Chernov. No, miento. Hace un par de años, Daniel vino de visita a la Argentina (vive en Alemania) y estaba empecinado en comprar un silbato de afilador. Lo consiguió. Años después, es decir hace unas semanas, veo que sube un video de una de sus composiciones.

Paréntesis: reconozco que me siento una anciana cuando hablo de ella/s porque no solo que no las entiendo, sino que no sé si así se denominan. Son tan «vanguardistas», «modernas», etc. que ni siquiera sé cómo llamarlas (composiciones, instalaciones, performances…). De hecho, acerca de una anterior -que cito más abajo y que solo entendí porque ya había leído sobre el tema antes, y porque en mi viaje a Japón, de casualidad me topé con una adolescente que también me hizo acordar del tema*- tuve que preguntarle cuál era exactamente su trabajo en esas «composiciones».

«No entiendo», le dije. «Se supone que vos sos el compositor, pero estas chicas escuchan músicas diversas, conocidas o no que, evidentemente no fueron compuestas por vos…». «Tía», me contestó, «yo hice toda la puesta en escena, la idea es mía, la coreografía de las chicas… ¡Hasta les tuve que enseñar a bailar el tango!». Sigo sin entender mucho, confieso, pero obviemos mi vejez y mi amor incondicional por cualquier cosa que hagan mis sobrinos (los entienda o no) y sigamos con este nuevo ejemplo de transmedia casera.

Como habrán podido ver en el video, el silbato fue finalmente incluido en una de sus obras. Por supuesto, algo me quedó dando vueltas y era el inolvidable sonido del silbato del afilador. Pero como no soy la única nerd en esta red, mi amiga Elisa Felicitas Arias (astrónoma que vive en Francia. O sea que definitivamente es más nerd que yo) escribe en mi muro:«una feliz coincidencia. Me levanto, y oigo desde el balcón el sonido del afilador. Y tengo la visión de mi abuelita que abría el cajón de los cuchillos para llevarlos a la vereda» y me manda por whatsapp, instantáneamente, este artículo en el que se leen algunos datos interesantes:

Sí, es universal. No es argentino, bla bla bla., pero ojo que al que le hacen la entrevista en España es de origen argentino. Y más respuestas del afilador estrella:
«-¿Existen diferencias de este oficio en otros países?
-(…) El único país donde no se toca el pito original del afilador es Brasil, pero en el resto de países el sonido es universal, sea en América, Asia o Europa.

-¿De dónde proviene ese sonido tan característico?
El sonido es original de Galicia, de Ourense. Allí tienen un monumento al afilador y la llaman ´La Tierra de la Chispa´. A los gallegos se les conoce por esto en todo el mundo. Yo cuando fui a visitarlos había afiladores por todas partes».

Esto recién empezaba. Yo seguí buscando cosas por asociación y mis amigas nerds siguieron pasándome data para que se fuera «expandiendo» este universo. Hasta acá, cambian las plataformas: youtube, facebook, whatsapp… pero también podríamos haber empezado con un cambio en el eje temático a través de una expansión con el relato de la abuelita de Felicitas abriendo el cajón y contando en primera persona su propia historia…

Cuando me hago amiga de una nerd, la admiración y el encanto brotan por mis venas. Me alucina. Me divierte. No me siento tan sola. Cuando conozco a un hombre nerd, caigo enamorada indefectiblemente y sin paracaídas. Pero no nos vayamos de tema. ¡Volvemos al tema del silbato del afilador!.

Porque después de la intervención de la nerd 1, Elisa Felicitas Arias, llegó la nerd 2 Verónica Ruscio contándome que sigue en Twitter a un bot que, como tal, aparece de tanto en tanto, automáticamente, y tuitea el sonido de los afiladores. Solo una nerd de tal calaña puede seguir un bot de tal calaña. Quiero aclarar que Vero está realmente en el límite (del nerdismo y el derrape total) porque además lo disimula (la gente cree que es normal). Así y todo, me resulta un aporte invaluable. Amo a mis amigas nerds.

Y seguimos. Como todo proyecto transmedia, esto podría llegar hasta el infinito. Le sumamos un bot y varias fotos irán llegando. Aparece Andrea Madruga que sube foto de silbatos de afilador y que agrega: «¡que no falte en sus fiestas nerds!», y Verónica Ruscio que sigue «Desde nuestra conversación, ¡tengo el sonido del afilador clavado en el oído mental, jajaja!».

Así que no pude con mi genio y me fui a buscar el sonido propiamente dicho para ¡ponerlo en mi celu! y hete aquí que encuentro el rington del afilador en un sitio que se llama Tonos frikis (¿por qué le habrán puesto caballos…?).  Nos expandimos con una fiesta en la que todos vamos disfrazados de algún personaje que use un silbato…Posiblemente ninguno se disfrace de afilador de cuchillos y, sin embargo ¡será una gran fiesta!. Estamos esperando que Alejandra Santos que dijo: «Por mi casa…. cada tanto pasa» grabe a su afilador y nos envíe su expansión barrial.

Y por supuesto, esto derivó en buscar otros bots tan absurdos como el señalado por Vero. ¿Se va entendiendo esta expansión?. Si seguimos alguna de estas cuentas, por ejemplo la del gato de Schrödinger o la de la policía o el Big Ben… estaríamos expandiéndonos por caminos muy diversos, pero todo nace de una composición de Daniel Chernov y su silbato. Ese es el punto de partida y quien da origen a un universo. Por supuesto, él también me envió su propio camino en la búsqueda del sonido perfecto.

He aquí otra de las búsquedas asociadas: ¿tiene el silbato del afilador otros nombres?. Sí: chiflo, siringa, chifla, chiringa, bouso. Los busqué a todos y no queda claro que realmente todos signifiquen lo mismo, pero fue divertido.

Ya lo explicamos en el post anterior: a veces ni vos mismo te das cuenta de que estás transmediando, pero la realidad es que casi todo los que hacemos hoy, si usamos la creatividad, si ejercitamos la asociación de ideas y estamos dispuestos a trabajar con otras disciplinas, formatos y plataformas… Yo transmedio, tú transmedias, todos transmediamos.

Y así como quien no quiere la cosa, compositores, docentes, correctores, astrónomos, bots; Twitter, Youtube, wordpress; fotos, música, videos, todos pudimos conformar nuestras propias expansiones más o menos complejas, con más o menos separación según la teoría de Bacon (que bien podría ser otro extraordinario ejemplo de expansión)**, más o menos transmediales, partiendo, en este caso del extraño mundo/universo de Jack. Perdón, de Daniel Chernov.

Así que recordá que si querés participar de un proyecto transmedia, practicar un trabajo de asociaciones, creación y narrativa, tan dispar, musical o no, divertido como éste, te esperamos en #ElHombreCodificado.

 

 

* Discotecas en donde cada uno escucha su propia música con audífonos.

Video de Daniel citado más arriba:

 

En Japón, mirando desde una ventana vi una adolescente que bailaba y bailaba sin ningún tipo de inhibición en la mitad de la calle con los auriculares puestos. Yo estaba en un primer piso así que solo veía eso. Nunca supe qué bailaba pero daban ganas de estar escuchando lo mismo. Eso, seguro.

 

** Kevin Bacon y los ‘seis grados de separación’ que originaron la web social