Ayer, surfeando por la net, me encontré con un video muy interesante que me dejó pensando, una vez más, sobre la función de la documentalista y, en esta ocasión, el término de «nutricionista» me pareció una comparación más que deliciosa. Les explico por qué.

En primer término, es importante que ustedes mismos vean el video porque creo que después de hacerlo, ya no será necesario dar tantas explicaciones:

Decíamos, en otros posts, que la documentalista investiga, busca, filtra y selecciona la vastísima y siempre controvertida información que se encuentra en Internet. Controvertida porque desde que la web se ha vuelto un material de consulta insustituible, hubo varios comentarios (y sigue habiéndolos) sobre la seguridad de las fuentes, la poca pertinencia que a veces nos dan dos millones quinientos mil billones de links que los buscadores nos proporcionan, etc.

Por lo tanto, lo que se me ocurrió es que todos estamos «obesos de información», nos pasamos de la raya, comemos los alimentos «no permitidos» etc. Y, necesariamente, necesitamos ir al nutricionista.

Y el nutricionista es el que hará un cuidado estudio de nuestras necesidades (información que queremos sea localizada), indagará sobre nuestra historia clínica (seleccionará la información pertinente porque no todos podemos comer lo mismo) y nos entregará una dieta adecuada.

Tenemos un sobrepeso de comida como tenemos una sobrecarga de información. Debemos aprender «buenos hábitos» (saber cómo reconocer si es un sitio fiable o no) y debemos elegir la información tal como elegimos nuestra comida. Me pareció una frase interesante y toda la estructura en sí.

En definitiva, cuando ahora consulten a una documentalista, pídanle una «dieta» adecuada a sus necesidades. Ella sabrá elegirles los alimentos más indicados para no caer en el sobrepeso y muchos menos… ¡en el empacho!

Ayer, en un encuentro que se llevó a cabo en IBERTIC, volvimos a hablar sobre el concepto de «curación de contenidos«. Entre otros temas, salió a flote la ya reconocida y renombrada palabra «infoxicación«. Cuando esto sucedió, Dolors Reig, que estaba presente agregó: «infocarnívoros…». Y lo digo acá para que quede bien claro: Dolors, acabo de robarte el concepto.

Mi slogan siempre fue: «la diferencia entre usted y yo es que a usted le gusta encontrar y a mí… ¡a mí me gusta buscar!»

Pues bien, les presento mi nuevo slogan:

«la diferencia entre usted y yo es que usted es un infobeso, un infoxicado y yo… yo soy una infocarnívora!!!»